jueves, 21 de abril de 2011

La concubina de Beirut




Canción que me encuentro escuchando en este momento:
la melodía consigue desafanarme de mis dudas infernales,
consigue elevarme a ese estado de felicidad lejos de mis pensamientos
La concubina: ignoro lo que dice en realidad, pues la escucho en un idioma ajeno al mío.
Más, como pieza de arte,
me lleva a ser consciente de lo imprescindible que es para mi la "belleza".
Armoniosa, sublime, inútil tal vez.
Pero es que a mí el arte, si logra desprenderme de este mundo,
escaparme un momentito más allá de las fronteras de la razón..
con piezas tan complejas como ondas musicales
reconstruyéndose una a una para conformarse como tal.
Otro claro ejemplo del Ser y el Devenir, que tanto insistía Heráclito en hacernos entender.

...Mi alma ha conseguido un descansito en un intervalo de tiempo abstracto, subjetivo;
sí,
pero no menos real que estas palabras.
No menos real que la necesidad.
Música, cuando experimente las fronteras del silencio
nunca acalles para dejarme morir...

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