jueves, 13 de agosto de 2009

APENAS TENUE

"En ese entonces me daba por tocarme todo el tiempo. Fluía. Me desbordaba. Jugueteaba con mis aguas. Claro, era una fuente. Pero no se crea que hablo en sentido figurado. Era transparente. Inmeidata. Entera. Rotunda. También era una diosa. En plenitud de poderes. Decía "viento" y los céfiros mecían el aiere. Decía "belleza" y las aguas me desvolvían mi imagen. Por supuesto, tuve que ir entendiendo cada cosa en su momento. Mis hermanas mayores me reñían: te miras demasiado, terminarás por descubrir la muerte". Las desoía y entonces volvía a tocarme. Me envolvía en mis pétalos, me gozaba sintiéndome. Aspiraba mis olores. Respiraba. Latía. Bullía. Y vuelta a fluir. Yo era mi paraíso".

ANA CLAVEL

No te amo

Sí, dudar.

Pero tuve miedo, mucho miedo

al dolor, al rechazo

tuve miedo:

escucharlo de tus propios labios.

Y a cambio tú dijiste,

sin decir nada, no te amo.