jueves, 17 de febrero de 2011

NIEBLA

Sufriendo una agonía como resultado del miedo y la cobardía, de la escasa comunicación entre tú y yo,
es evidente que la confusión reina implacable en mis pensamientos,
en mis sentimientos,
en el continuo suceder del tiempo.
Ironía, señales, neblina, frialdad y orgullo: un veredicto,
opuesto a mis deseos, opuesto a la compasión;
apareces ahora  vulnerable tras la intervención de imágenes que no dejan de hablarme en la oscuridad de la noche...
Sueño tras sueño,
abrumadores estos,
perturbando las horas dónde el subconciente ya no gobierna,
alterando una desición, indicando un: re-nacer.
Pudiera ser esto una justificación y quizá lo es.
¿Estarás ya por siempre alejado de mi cotidianidad?,
no te veré más y los destellos de psico-comunicación quedarán enterrados cual si nunca hubieran existido.
cual si nunca los hubiéramos sentido.
¿Realmente?
Si, he perdido no sólo a un amigo, un confidente,
un "ser" que me revitalizaba,
solamente por la torpeza que como mujer es inevitable en ocasiones dejar de hacer,
inmiscuyendo cosas dónde no las hay,
como un sello que sólo concierne a lo femenino.
Redención inconcebible, terriblemente catastrófica...
Pues fui sólo un medio y no el objetivo mismo,
el objeto amado.
...Tormentoso el impacto que tuvieron tus palabras sobre mí,
sumamente negativas,
infinitamente dolorosas;
cual puñales que se ensañan en mi pecho,
continúan estos emitiendo un eco.
Eco voraz que alimentas la herida que derrama la sangre de la cual ha sido empapada mi alma.
Manchando los días de mi existir,
manchando también los momentos que pasé junto a ti;
manchando inclusive la imagen que me queda de ti.
¿A caso desperté?,
¿a caso he podido ver hoy con claridad?.
Niebla. Sólo niebla, a través de la bruma de la noche que no cesa.
Niebla.
No importa que sea el día o que sea la noche, eres Niebla.
Nunca antes me sentí tan ciega.

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