martes, 19 de octubre de 2010

APOLOGÍA DE SÓCRATES (tres breves citas y una humilde interpretación)

  1. "Tal vez alguno de vosotros esté pensando en sus adentros: pero Sócrates, ¿cuál es, pues tu quehacer?, ¿de dónde te han provenido tales calumnias?, que por cierto, si no hubieses hecho nada fuera del modo común, ni diverso de lo que hacen los más, no se te hubiesen originado ni tal fama ni tales hablillas" (PLATÓN, Diálogos Socráticos): En este párrafo, aunque muy breve, Sócrates nos deja ver, que pudiera ser incomprendido ante el público, puesto que, al hablar de manera indignada ante su acusación, la gente se preguntase el motivo de tales calumnias, de la que el mismo Sócrates ha dado lugar de que hablar, por la manera en que maneja su vida. Pero más que nada, no hace ver el absurdo que es vivir, sometidos a reglas impuestas por personas que poseen el poder y que la gente sin cuestionarlas las obedece, acostumbrándose a eso. Pero en cuanto alguien lo cuestiona y no sólo eso, sino que se rebela en pro-de la razón y el bien, esta persona es mal vista, rechazada y hasta juzgada, a tal punto de quitarle su vida.
  2. "Sé por el contrario, que delinquir y desobedecer al mejor, dios u hombre, es malo y deshonroso. Pues bien, ante los males que sé lo son en realidad, temeré y huiré; pero en manera alguna temeré y huiré de los males que tal vez dé la suerte que sena en realidad bienes. Sí, que aunque ahora me absolvieseis, no dando crédito a Anyto - quien ha dicho era preciso o comenzar por no traerme aquí, o puesto que se me haya traído, no hay ya manera de evitar mi condenación a muerte, asegurándoos que, si me escapase de esta, todos vuestros hijos se pervertirían de todo en todo siguiendo las enseñanzas de Sócrates- si me dijeseis a este respecto: Sócrates, por esta vez no damos crédito a Anyto, sino que te dejamos libre, con la condición precisa de que, en adelante, ya no te des a la faena ni de poner a nadie a prueba ni de filosofar; pero, si te sorprendemos una vez más en la misma faena morirás sin escape"; sí, pues, como decía, me soltaseis con estas condiciones os diría yo a mi vez: "Varones atenienses, sois par mí inseparables, os amo; obedeceré con todo, antes al dios que a vosotros, y mientras me quede un soplo de vida, mientras esté en mi poder, no cesaré de filosofar, exhortándoos y diciendo claramente a cualquiera de vosotros a quien tenga ocasión de hablar lo que en mí es ya costumbre decir: "¡oh, óptimo entre los varones!, puesto que eres ateniense, de esa Ciudad, la máxima y más afortunada en sabiduría y en fortaleza, ¿no te da vergüenza de preocuparte solamente en hacerte con el máximo de riquezas, de fama y de honores, mientras que, por el contrario, ni te preocupas ni te das a pensar cómo llevar a su perfección la cordura de inteligencia, la verdad y el alma" (PLATÓN, Diálogos Socráticos): Sócrates, da cuenta de manera tan elocuente, que sabe distinguir entre el bien y el mal, que para muchos no es tan claro, pues, existen cosas muy mal vistas por muchos, que resultan ser virtuosas para el ser humano. Así Sócrates afirma que al distinguir esto, huiría de realizar algo incorrecto, como sería no obedecer al mejor: dios u hombre. Es entonces que al encontrarse ante el es juzgado, dice a los jueces, que si a pesar de que no le diesen el crédito a Anyto y se lo diesen a él, pero con la única condición de que dejara el ejercicio de la filosofía, y que sin más, si de nuevo lo encontraran en tal ejercicio, sería condenado directamente a muerte. Así, dice Sócrates que NO, puesto que él obedece al mejor: al dios, quién lo nombró el más sabio de la tierra. Tan es así dice Sócrates: que los exhortaría de nuevo a cada uno a darse cuenta de la vergüenza en la que han caído, pues se preocupan mucho más por obtener riquezas, honores y fama, que por enriquecer su alma, y en pro de ello, tratar de pensar, de aprender, de buscar la verdad y actuar congruentemente ante ello.
  3. "Pero ni entonces creí deber hacer algo servil por el peligro, ni ahra me arrepiento de haberme defendido de semejante manera; prefiero muchísimo más morir habiéndome defendido así que vivir por otros medios. Que ni en juicios ni en guerra, ni yo ni otro alguno debe darse a ingeniar únicamente cómo escapar de la muerte, haciendo lo que sea porque el claro que en las batallas podría uno huir muchas veces de la muerte arrojando las armas y volviéndose suplicante hacia los perseguidores, y otras muchas tretas hay en todos los peligros para escapar de la muerte, si uno se atreve a decir y hacer todo. Pero no es difícil, varones, huir de la muerte; muy más difícil es huir de la maldad,, que corre más veloz que la muerte. Yo, ahora, por tardo y por viejo, seguramente, he sido cogido por lo más lento, mientras que mis acusadores, por hábiles y por vivos, han sido cogidos por lo más veloz: por la maldad" (PLATÓN, Diálogos Socráticos): Lleno de valentía y coraje, nos muestra Sócrates, que es mejor vivir con dignidad, que sin ella, pues nunca se atrevería a servirle al peligro, pues este sólo obstruiría su camino. Así, ante el público y los jueces nos se jacta de asegurar que no se arrepiente en nada, defenderse como lo hizo, pues a a pesar de no haber salvado su vida, no podría vivirla si se hubiera atenido a otros medios que contradijeran su criterio, su forma de vida, nos valdría de bajezas par obtener un poco más de esta. Pues afirma que para escapar de la muerte, el hombre siempre se las ingenia, pero no sería más que cobardía de su parte. Tan es así, que más que huir de esta, huiría más bien de la maldad; pues esta nos alcanza a todos más rápido que la muerte, y tal es la prueba, que los jueces han sido ya alcanzados por ella, condenando a Sócrates a muerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario