viernes, 27 de febrero de 2009

Te quiero muchísimo

En el desierto
vi un engendro, desnudo, bestial,
quien, agazapado sobre el suelo,
sostenía su corazón en las manos,
y comía de él.

Dije: "¿está bueno, amigo?
"Está amargo-amargo," contestó;
"pero me gusta
porque es amargo
y porque es mi corazón"

Stephen Crane

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