me encontré con un tesoro,
que estuvo todo el tiempo allí,
delante de mí..
Una atmósfera verde-agua
con unos trazos de tinta blanca
y otros también en gris
me recuerdan la importancia
de nunca por sentado dar nada..
Me negué de muchas maneras
me encerré para no salir dañada
y el daño me lo causé yo a mí.
Fué ese mismo tesoro quién se reveló ante mí
como prueba de la mentira que estaba yo viviendo
que estaba yo sufriendo.
A la vuelta no veo nada
solo una calle sin transitar
y la primera persona que halle,
por siempre ahí quedará..
siempre en mi recuerdo, en mi memoria
en esa calle que define el contexto,
que define tal vez al sujeto..
Deslizándome por territorios sensoriales
me re-encontré conmigo misma
escuché de un tesoro y no dudé en ir tras él.
Sentir... un verbo muchas veces condenado
sentir... una palabra denigrada
sentir... una capacidad humana
sentir... aprendí de ti.
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